Con la patente 223.898 "Electric Lamp" de Thomas Alva Edison, presentada el 27 de enero de 1880 comenzó, en cierta manera, la segunda creación: Desde ese momento, las personas de la historia moderna viven en un mundo doblemente iluminado.
La luz eléctrica ilumina nuestras viviendas, calles y ciudades, controla nuestra vida laboral y es imprescindible para nuestros quehaceres diarios, especialmente tras llegar a casa después del trabajo.
Incluso en la moderna gestión de edificios, el control de la iluminación juega un papel importante.
No solamente para crear unas condiciones ideales de habitabilidad y de trabajo, sino para lograr el mejor rendimiento energético. Al menos el 80 % de los costes totales de los edificios se producen durante su uso. Las empresas explotadoras de los edificios que desean reducir los costes hacen bien en instalar algunos "controladores" de ahorro energético: ¡utilizando las soluciones en iluminación de Hager, en función de las necesidades! Con ello se pueden reducir los costes energéticos en iluminación hasta en un 90 %.